Cómo leer el Pentateuco

No es un secreto que ciertos libros de la Biblia pueden ser más… tediosos y difíciles de leer que otros. Mi deseo es que los creyentes, cada vez más, puedan disfrutar su Biblia completa; no solo partes de ella. En este artículo comparto seis claves para leer el Pentateuco (los cinco primeros libros de la Biblia, los cuales Moisés escribió; Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio). Estas claves vienen del libro “God in Our Midst” (Dios entre nosotros) de Daniel R. Hyde. Este libro ha sido de gran beneficio y animo para mí.

Lee el Pentateuco como Escritura

Toda la Escritura es inspirada por Dios. El Pentateuco no es la excepción. La “Biblia” que Jesús utilizó durante si ministerio terrenal incluía el Antiguo Testamento y, por consiguiente, los libros de Moisés. Él amaba estos libros. Él los aprendió como todo niño judío de su tiempo. Cristo, además, les enseñó a sus discípulos todo lo referente a él en todas las Escrituras, incluyendo el Pentateuco. Además, todo lo que estaba escrito en el mismo se cumplió en Jesús (cf. Lucas 24:27, 44).
Pablo, igualmente, exhorta a Timoteo diciéndole que las Sagradas Escrituras le “pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús” (2 Timoteo 3:15). Estas escrituras, tanto como el Nuevo Testamento, “son inspiradas por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra” (16-17).
La próxima vez que te encuentres leyendo los libros más pesados como la narración de la construcción del Tabernáculo o el sistema sacrificial de Levítico, no tires la toalla. Estas también son las Escrituras, y son útiles para dirigirte a Jesús.

Lee el Pentateuco de forma devocional

La Biblia no debe ser leída simplemente para adquirir conocimiento por adquirirlo. La Escritura debe de ser leída para alimentar nuestras almas, para nutrirnos, para cultivar una comunión con Dios. Si solo estás leyendo la Biblia buscando versículos que prueban tus inclinaciones teológicas y doctrinales, la estás leyendo mal. Jesús, cuando fue tentado en el desierto, dijo que el hombre vivirá “de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Adivina de dónde está citando esta frase. ¡Correcto! Del Pentateuco; Deuteronomio, para ser exactos. Esto significa que el alimento del creyente es la Palabra de Dios. La Biblia, el Pentateuco incluido, es el festín más delicioso y rico para nuestras almas.

Cuando estés leyendo los libros de Moisés, recuerda que esta es la palabra misma de Dios, ya que el la inspiró; y que es tu alimento como creyente. Busca ser nutrido. Busca refrescar tu alma.

Lee el Pentateuco con los lentes del Nuevo Testamento

Agustín de Hipona escribió, “En el Antiguo Testamento el Nuevo está escondido, y en el Nuevo Testamento el Antiguo es revelado.” El Nuevo Testamento es esencial para nuestra interpretación del Antiguo Testamento. “El Antiguo Testamento por sí solo está incompleto. Es meramente el primero de dos tomos, donde el Nuevo Testamento es el segundo” (Hyde). Es verdad que el Antiguo Testamento nos dirige hacia Jesús y es inspirado por Dios, pero en el Nuevo Testamento Dios ha revelado su plan de forma más clara. Algunos teólogos se refieren a este concepto como a “revelación progresiva.” En el Antiguo Testamento Dios no había revelado tanto como en el Nuevo (cf. Hebreos 1:1).

Imagina que estás en el oculista y el doctor está tratando de encontrar la graduación perfecta para tus nuevos lentes. Entonces él te pone ese aparato donde hay varios lentes. Y así él comienza a probar lente por lente hasta encontrar el lente adecuado. Podríamos decir que el Antiguo Testamento por sí sólo es como tener dos grados más abajo de tu graduación necesaria. Sí puedes ver algunas cosas, pero se ven borrosas. Cuando finalmente el doctor llega al lente que necesitas, todo se ve más claro. El Nuevo Testamento es como ese lente que hace que todo se vea más claro. Entonces, al leer el Pentateuco, debes recordar que necesitas del Nuevo Testamento para comprender su significado completo. Robert Strimple escribió, “En el Nuevo Testamento le ha sido dada a la iglesia de Cristo, por la inspiración del Espíritu Santo, esa revelación post-resurrección, post-pentecostés, que es absolutamente autoritaria, su guía infalible para todos los aspectos de la fe y la vida.”

Un consejo práctico es leer la carta a los Hebreos junto con tu lectura del Pentateuco. Idealmente, podrías crear un plan de lectura donde lees todo el Nuevo Testamento a la par del Pentateuco. No tienes que ser un erudito de la Biblia para encontrar las conexiones. Estás sobresaltan a lo largo de toda la Escritura. Solo tienes que leer.

Lee el Pentateuco como cumplido en Jesucristo

Pablo escribió en su segunda carta a los corintios, “Pues tantas como sean las promesas de Dios, en [Jesús] todas son sí. Por eso también por medio de él, es nuestro Amén, para la gloria de Dios por medio de nosotros” (1:20). En Jesús todo el Antiguo Testamento es cumplido. Él es el tema de la Biblia. Toda la escritura habla de él. En uno de sus muchos encuentros con los fariseos, Jesús les dijo, “Ustedes examinan las Escrituras porque piensan tener en ellas la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio de Mí!” (Juan 5:39). “Su regaño era para aquellos que pensaban que un estudio ‘profundo’ de la Biblia, con todos sus detalles desconocidos, era salvífico en sí mismo; más bien, él dijo, el estudio de la Escritura debe estar centrado en él” (Hyde). En Lucas 24:27 Jesús declara “que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre Mí está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos.” Si estás leyendo la Biblia sin buscar a Jesús, incluso el Pentateuco; especialmente el Pentateuco, estás perdiéndote del platillo fuerte.

Lee el Pentateuco de forma simple

El que estemos buscando a Jesús en toda la escritura no significa que vamos a torcer los pasajes para que todos sean una alegoría de Jesus. Recuerda que la Escritura interpreta a la Escritura. No busques alegorías, tipos y anti-tipos donde no los hay. “¿Qué significa leer la palabra de Dios de forma simple?” Hyde pregunta, “Significa que lo tenemos que leer teológicamente. Al leer, entonces, no nos preguntamos sobre el significado escondido o los detalles mínimos tal como los anillos, los postes y las mesas del tabernáculo, o el color de las piedras en el efod del sumo sacerdote, sino preguntas tales como, ‘¿Qué me enseña este pasaje sobre Dios, sobre mis pecados, sobre la obra redentora de Cristo, y sobre como debo vivir para la gloria de Dios?’” Lee la Biblia; el Pentateuco, de forma simple. Busca aplicaciones prácticas. Busca claridad. Calvino recomienda que, “es mejor confesar nuestra ignorancia que darnos gusto con conjeturas frívolas”cuando estamos tratando de interpretar pasajes difíciles como muchos de los textos en el Pentateuco.

Lee el Pentateuco como instrucción moral

Uno de los propósitos de la Escritura es guiar al pueblo de Dios a una vida piadosa. Cuidado. No estoy diciendo que debemos usar la Biblia únicamente como una guía de moralidad, o un libro de reglas. La Biblia es la palabra de Dios revelada que contiene la historia de redención. Pero eso no significa que la Escritura no nos puede instruir moralmente. Pablo le recuerda a Timoteo que “toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16). Pablo no es un moralista, mucho menos un legalista. Sin embargo, tampoco es un antinomianista. Él entiende que “la gracia de Dios se ha manifestado, trayendo salvación a todos los hombres, enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús” (Tito 2:11-13). Si la gracia que predicas no te enseña obediencia a la palabra de Dios, es una gracia barata. La gracia de Dios, además de traer salvación, nos enseña a vivir sobria, justa y piadosamente. El Antiguo Testamento muchas veces es desechado como obsoleto conteniendo reglas arcaicas. Pablo, sin embargo, lo considera nuestra pre-historia. Las narrativas del Pentateuco son nuestro patrimonio como pueblo de Dios. Además, Pablo asegura, “estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros” (cf. 1 Corintios 10:1-11).

Conclusión

Te animo a leer tu Biblia completa. No te saltes el Pentateuco, especialmente los libros más cansados como la segunda mitad de Exodo, Levítico, Números, Deuteronomio. Te estarías perdiendo una gran parte del consejo de Dios. Usa estas claves para guiarte en tu estudio de estos libros. No tires la toalla. Lee junto con el Nuevo Testamento, busca consejo, lee comentarios buenos, usa una Biblia de estudio. Haz lo que sea necesario, pero no te brinques estos libros. Con tiempo aprenderás a amarlos junto a toda la hermosa palabra de Dios.