¿Es bíblica la membresía de iglesia? - Parte 3

Por Nathan Cedarland

Hemos explorado la membresía eclesiástica oficial desde una perspectiva fresca y hemos visto el precedente bíblico para un proceso formal de reconocer a los compañeros en el evangelio. Ahora, evaluemos algunas de las razones principales por las que todo esto realmente importa para la Iglesia de hoy. En resumen, la membresía eclesiástica promueve participación saludable, provee claridad, y protege el mensaje y la reputación de la iglesia. Naturalmente, estos puntos se traslapan, pero es de ayuda analizarlos individualmente de todos modos.

Promueve participación saludable

Como ya lo mencioné en la parte uno, el ser reconocido como miembro de una iglesia local no se trata de exclusividad o de superioridad espiritual. Es el cristianismo normal. Cada creyente es llamado a formar parte de una comunidad en misión. Cada creyente es llamado a someterse a la autoridad que Dios ha puesto. Cada creyente es llamado a andar en santidad. Cuando animamos a los creyentes a hacerse miembros, simplemente les estamos pidiendo que hagan lo que la Biblia les pide que hagan.

Si alguien no quiere comprometerse o rendir cuentas a nuestra iglesia local en particular, los animamos a buscar eso en otra iglesia local. Si no quiere comprometerse y rendir cuentas en ninguna iglesia, sino que solo quiere involucrarse bajo sus propios términos, entonces esto nos hace dudar de su disposición a obedecer las Escrituras. ¿Realmente queremos dejar que alguien que no desea compromiso ni rendición de cuentas participe con nosotros en la misión, enseñe a adultos o a niños, participe en el proceso de selección de ancianos y diáconos, y tenga voz en las desiciones financieras de la iglesia? ¿Queremos que los de afuera identifiquen con la Novia de Cristo a esta persona sin compromiso ni rendición de cuentas? Tal vez lo hagan, pero por lo menos no vamos a contribuir al problema.

En la iglesia local que ayudo a pastorear, involucramos a aquellos que han pasado por el proceso de compañerismo en la selección de ancianos y diáconos porque sabemos que están de acuerdo con nuestros valores, nuestra misión, y nuestra declaración de fe. Sabemos que están comprometidos con nuestra familia y voluntariamente se han sometido a la autoridad de los ancianos. Los involucramos en las decisiones financieras mayores porque están comprometidos a dar de su tiempo, talentos y recursos. A diferencia de una persona que solo viene a las reuniones o un espectador, aquellos que están realmente comprometidos y rinden cuentas a nuestra iglesia son afectados por este tipo de decisiones. Se han invertido a si mismos en esto.

Provee claridad

Es la responsabilidad de los miembros de una iglesia local y especialmente de los ancianos el saber qué nivel de compromiso tiene la gente. Como todos los creyentes, los ancianos deberían desear la edificación de todos los creyentes en todos lados. Pero ellos tienen una responsabilidad única para con las almas bajo su cuidado - y aquellos bajo su cuidado tienen una responsabilidad única para con los ellos (Hechos 20:28, 1 Tes. 5:12-13, Hebreos 13:17). Por lo tanto, es esencial que los líderes y miembros de la iglesia sepan con quienes han establecido un compañerismo (koinonia) a nivel local. ¿Soy responsable delante de Dios de pastorear a creyentes de otra ciudad a quienes nunca he conocido? Por su puesto que no. Eso sería una carga que ningún líder puede llevar.

Koinonia en Hebreos 13

Hebreos 13:17 es, por supuesto, uno de los versículos clave sobre este punto. “Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros.” Lo que es fascinante es que el versículo anterior de hecho habla sobre el compañerismo (koinonia) aunque algunas de nuestras traducciones al español no nos dejan verlo. En griego, la frase traducida por la LBLA y RV60 en verso 16 como “la ayuda mutua”en realidad es el sustantivo koinonia. Así que probablemente una mejor traducción sería, “Y no os olvidéis de hacer el bien (eupoiia) y del compañerismo (koinonia), porque de tales sacrificios se agrada Dios.” Esta traducción más precisa revela la continuidad y el flujo de pensamiento a lo largo del pasaje completo. Cuando aplicamos el significado más amplio de koinonia en el versículo 16 esto revela una conexión natural entre los dos versículos anteriores (14-15) que hablan sobre la iglesia como una comunidad sacerdotal de esperanza, y el versículo 17que habla sobre someterse al liderazgo de la iglesia. Una iglesia amorosa, formada por el servicio sacrificial producido por la fe sincera en Jesús, es una probada del futuro bajo el reino y autoridad de Dios. Por lo tanto cuando tenemos koinonia bajo líderes calificados bíblicamente esto nos ayuda a mantener la unidad y protege la cualidad de nuestro testimonio.

Protege contra la falsa doctrina

Las iglesias que sostienen el sacerdocio de todos los creyentes a veces son las que más se resisten al reconocimiento oficial de membresía. Sin embargo, estas iglesias deberían ser las que más a favor de la membresía están. Si entendemos correctamente que cada creyente es llamado al ministerio, y tenemos una preocupación justa por la pureza del evangelio y la salud de la iglesia, entonces haríamos bien en preocuparnos por un proceso formal de aceptación al compañerismo. Nada menos que la pureza de nuestro mensaje están en juego.

Protege la reputación de la iglesia

Esto ya ha sido mencionado anteriormente, pero vale la pena ver lo explícitos que son los autores del Nuevo Testamento sobre los límites de nuestro compañerismo.

Pablo a los Corintios

“No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?” (2 Corintios 6:14).

Pablo a los Efesios

“Por tanto, no seáis partícipes con ellos; porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad), examinando qué es lo que agrada al Señor. Y no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascaradlas” (Efesios 5:7-11).

Juan a la Iglesia

“Si decimos que tenemos comunión con Él, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad; mas si andamos en la luz, como Él está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:6-7).

Disciplina Eclesiástica

Este análisis no estaría completo si no mencionamos la doctrina del la disciplina eclesiástica. Debemos aclarar que la disciplina es algo glorioso. Es algo que Dios hace porque nos ama. De hecho, el autor de Hebreos nos dice que si no recibimos disciplina, debemos estar alarmados (Hebreos 12:5-13). En amor, Dios usa a su iglesia para disciplinar a sus hijos que caen en pecado. La disciplina realmente se trata de discipulado, y siempre es para la restauración por diseño.

Sin embargo, Mateo 18 y 1 Corintios 5 nos hablan de una situación en la que es necesario sacar a alguien del compañerismo de la iglesia debido a su continuo, pecado sin arrepentimiento. Incluso aquí, la meta es que él llegue hasta un punto tan bajo que él mismo busque el arrepentimiento y la restauración. Hay mucho más que decir sobre esto, pero por ahora, este es el punto: no puedes sacar a alguien del compañerismo de la iglesia que en primer lugar nunca ha sido bienvenido al mismo. Cuando es definido claramente quién pertenece a la comunidad de la iglesia, la disciplina eclesiástica realmente puede ser efectiva para preservar la reputación del Cuerpo de Cristo delante del mundo y para proteger su salud interna (1 Corintios 5:6-8).

Espero que esta evaluación de la membresía eclesiástica haya sido útil para ti conforme buscas edificar al Cuerpo de Cristo en tu ciudad. En Kaleo, la iglesia local donde sirvo como uno de los ancianos, empezamos la transición hacia una membresía formal hace algunos años cuando nuestra iglesia ya tenía varios años de haber sido plantada. Y ciertamente recomiendo que este proceso sea parte de tu cultura desde el principio si es que es posible. Pero a pesar de que empezamos tarde, ha sido un beneficio muy grande el movernos hacia esta dirección. Nuestra confianza final siempre debe estar en Cristo y no en ningún proceso o estructura. Sin embargo, es un gozo tener compañerismo con hermanos que sabemos que están comprometidos a dar a conocer el evangelio en palabra y en hecho como miembros fieles de nuestra familia local de creyentes.


Puedes leer los artículos anteriores aquí:


Nathan pastorea la iglesia Kaleo Grays Harbor en Aberdeen, WA. Él también escribe para Harbor Gospel Colectivo y el blog de Saturate.