La historia de la Biblia

Ben Jiménez

Si creciste, como yo, en un contexto cristiano, escuchando la Palabra de Dios desde tu infancia, creyendo tener todas las respuestas correctas en la escuelita dominical, pensando que ya sabías todas las historias bíblicas, y estando muy familiarizado con nombres como Isaac, Abraham, David, José, Saul, Jonás, entonces este escrito es para ti. Debo admitir que yo era ese niño chocante que tenía (casi) todas las respuestas correctas cuando las maestras de escuela dominical hacían preguntas. Así es, yo era ese niño que no dejaba contestar a los demás porque quería demostrar que sabía mucho.

Incluso si no te identificas con mi trasfondo, o si apenas estás comenzando a leer la Biblia, este escrito definitivamente también es para ti. Cualquiera que sea tu trasfondo y tu experiencia, mi esperanza es que esta información te guarde de cometer los mismos errores que cometí y te ayude a tener un entendimiento más claro de la Palabra de Dios para que puedas conocerle mejor y adorarle por su gran salvación.

La Biblia es más que sólo un manual de vida o un libro de reglas. La Biblia es la palabra de Dios inspirada en dónde él revela la historia o el drama de redención. Es decir, la Biblia es una sola historia donde Dios revela como él tomó la iniciativa para redimir al mundo.

Afortunadamente, la gracia y la misericordia de Dios no me han dejado quedarme así como ese niño chocante. Entre más aprendo sobre la Biblia, más me doy cuenta de lo poco que sabía en aquel entonces, y de lo poco que realmente sé ahora. Sí entiendo varias cosas mucho mejor de lo que las entendía entonces, pero entre más indago en la Palabra, más me doy cuenta de su profundidad y de mi deficiencia (por no decir ineptitud) para entenderla toda.

Sin embargo, una de las verdades que más me ha ayudado en mi entendimiento de las Escrituras el concepto de que la Biblia es una sola historia.

La Biblia es la historia de la redención

Todos esos personajes bíblicos que mencionaba son muy conocidos. Yo era capaz de recitar sus historias individuales, pero realmente no entendía de que forma se relacionaban estas historias entre sí.

Si haces una encuesta preguntando qué es la Biblia? Es probable que muchas personas respondan: La Biblia es la Palabra de Dios, un libro de reglas, un manual de vida, una antología de literatura antigua, etc. Ninguna de estas respuestas está equivocada en sí misma pero ninguna está completa tampoco. La Biblia es más que sólo un manual de vida o un libro de reglas. La Biblia es la palabra de Dios inspirada en dónde él revela la historia o el drama de redención. Es decir, la Biblia es una sola historia donde Dios revela como él tomó la iniciativa para redimir al mundo.

En este drama de la redención Dios es el personaje principal, los humanos somos los actores, y Jesús es el héroe.

Si es importantísimo estudiar cada pasaje de la Biblia en su contexto original, de forma gramática, histórica, cultural, etc. Pero si además de eso no la estudiamos y entendemos como una sola historia sobre la redención de Dios, no la estamos interpretando de forma completa. En este drama de la redención Dios es el personaje principal, los humanos somos los actores, y Jesús es el héroe.

Cuatro actos

Este drama tiene cuatro actos principales. Creación, Caída, Redención y Restauración.

Creación: En el primer acto, Dios crea un mundo perfecto, crea a los humanos a su imagen; Adán y Eva, y les da la vocación de representarle en la tierra, de gobernar como sus representantes. Les da el trabajo de cuidar de su creación, de ser fructíferos y multiplicarse. Además, ellos tienen una relación directa con Dios. ¡Dios camina en el jardín entre ellos! Este es un lugar perfecto donde todo funciona como debería.

Caída: En este acto los humanos son tentados por la serpiente y desobedecen a Dios. Consecuentemente la conexión que tenían con Dios es rota. Dañan la imagen de Dios con la que fueron creados y fallan en cumplir la vocación que Dios les dio. Ellos están muertos espiritualmente y están separados de Dios. La muerte y el dolor son introducidos al mundo perfecto que Dios había creado. Las cosas, repentinamente, ya no son como deberían.

Redención: Este es el acto principal. La mayoría de la historia de la redención se enfoca en este acto. Desde el momento en que Adán y Eva pecan contra Dios, él pone en acción su plan para redimir a su creación. Esté plan, por supuesto, comenzó desde antes de la fundación del mundo, pero es expresado en su forma más prototípica en Genesis 3:15 donde Dios da su sentencia a la serpiente.

“Pondré enemistad

Entre tú y la mujer,

Y entre tu simiente y su simiente;

él te herirá en la cabeza,

Y tú lo herirás en el talón.”

Aquí Dios está expresando su plan de enviar a un redentor que será un descendiente de Adán y Eva, el cual destruirá a la serpiente, pero no sin ningún costo. Él será herido en el talón. Este pasaje es conocido como el protoevangelio ya que es una alusión al climax de la redención de Dios en el cual enviaría a su hijo Jesús a morir en la cruz para rescatar a su creación y liberarlos del poder de la muerte, el pecado y la serpiente.

Desde este momento en la historia de la redención hasta la llegada de Jesús; su vida, su muerte y resurrección y todo lo que está incluido entre estos eventos, es el acto de redención. En otras palabras, el 99.9% del Antiguo Testamento trata estrictamente sobre la historia de la redención. Esta no es una colección aleatoria de leyes, anécdotas y registros. Es una sola historia que narra la salvación de Dios para este mundo. Cada uno de los escritos incluidos en la primera parte de nuestras Biblias aportan algo a la historia de la redención del mundo. Así es, incluso Levítico, Nehemías, Cantares, Proverbios, etc.

La llegada de Jesús, su vida, muerte y resurrección son el climax de esta historia. Toda la historia de la redención apunta a este evento magno en la historia. Es en la cruz donde Dios logra el paso más grande de redención para el mundo.

Restauración: Después de que el evento más grande de la redención sucede, comienza el desenlace de la historia donde todas las cosas comienzan a regresar a su lugar e incluso se ponen mejor de lo que eran. En Colosenses 1:20 aprendemos que por medio de Jesús Dios “reconcilió todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz.” Dios nos está restaurando, él está restaurando este mundo.

Incluso en este acto de la restauración, todavía hay mucho del acto de la redención entrelazado. La obra de redención realmente no termina hasta que todas las cosas hayan sido completamente restauradas a Dios. Esto sucederá cuando Jesús venga por segunda vez a consumar su reinado y a finalmente restaurar todas las cosas, y destruir a la muerte, el pecado y a la serpiente de una vez por todas. Cuando el regrese, finalmente estaremos en la presencia de Dios sin interrupción, su imagen será restaurada en nosotros. De hecho, seremos semejantes a Cristo. Le representaremos en la tierra como él lo había ordenado originalmente. Él caminará entre nosotros. Le veremos cara a cara.

¿Cuál es la diferencia? Que conoceremos el amor de Dios más profundamente sabiendo lo lejos que estuvo dispuesto a llegar para redimirnos. Dios nos amó tanto que pagó el precio de su Hijo amado, nuestro Señor Jesucristo, para redimirnos.

Lee la Biblia con la redención en mente

La próxima vez que leas la Biblia (espero que sea muy pronto) léela con esta perspectiva en mente. Léela sabiendo que es mucho más que una colección de mandamientos sin sentido, o historias de personajes interesantes. Léela sabiendo que es la forma en la que Dios decidió contar la historia sobre cómo esta redimiendo a este mundo. Léela sabiendo que en esta historia de redención, tú mismo puedes hallar la salvación, por medio de la fe en Cristo Jesús.

“Tú, sin embargo, persiste en las cosas que has aprendido y de las cuales te convenciste, sabiendo de quiénes las has aprendido. Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.”
2 Timoteo 3:14-15