Vengan y verán dónde me estoy quedando: Un breve estudio de la palabra "permanecer" en el evangelio de Juan

Una de las palabras más usadas por Juan es permanecer. De hecho, de las 118 veces que esta palabra aparece en el Nuevo testamento, 60 están en los escritos de Juan y 40 de ellas en su historia del evangelio.

Esta palabra tiene un rango amplio de significados. Estos son algunos:

“Perseverar, permanecer, soportar, esperar, quedarse, un lugar donde quedarse, esperar, paciencia, resiliencia, etc.”

En el evangelio según Juan esta palabra a veces significa quedarse o permanecer en un lugar físico. En 1:38-39, por ejemplo, dos de los discípulos de Juan quieren saber dónde se está quedando Jesús. Pero como muy a menudo sucede con Juan, las palabras no significan simplemente algo; especialmente palabras como permanecer la cual es tan característica del evangelio de Juan. Así que, como lo sugiere Don Carson, “es muy probable que el Evangelista nuevamente le asigna más profundidad simbólica a la pregunta de los discípulos del Bautista de lo que ellos hubieran podido pensar en ese momento.” En otras palabras, cuando le preguntaron a Jesús en dónde se estaba quedando , ellos solo tenían su lugar de albergue en mente. Pero cuando Jesús les responde, “vengan y verán,” esto parece ser una invitación más profunda a ver que Jesús está permaneciendo en el Padre y él también puede permanecer en ellos si creen en él (cf. Juan 6:56; 14:10, 17).

Otras veces en el libro, Juan habla sobre la ubicación física de Jesús y agrega el detalle de que permaneció allí. Nuevamente, el lector haría bien en no ignorar esta información y tomarla por detalles triviales. Juan muy probablemente tenía un razón específica para incluir esos comentarios. Y al estudiante de la Palabra le corresponde averiguar por qué está allí.

La Palabra de Dios permaneciendo en las personas

Cristo enseña varias veces que la palabra de Dios debe permanecer en las personas. En una ocasión él expone a los judíos diciendo que la Palabra de Dios no permanece en ellos. La razón es que no creen a aquel a quien Dios ha enviando, es decir; Jesucristo (cf. 5:38). Esto nos recuerda a David y a Josue (cf. Salmo 119:11; Josué 1:8-9) “quienes guardaron las palabras de Dios en su corazón meditando en ellas, aprendiendo a no pecar contra Dios, entendiendo que la bendición divina en sus vidas dependía vitalmente de la morada de su Palabra. Como Jesús es la Palabra misma de Dios, (Juan 1:1), y los judíos no tenían tiempo para él, la conclusión lógica es que ellos no tenían parte en la experiencia ni en las bendiciones de Josué y del salmista” (Don Carson, Pillar Commentary).

En otra ocasión él les dice a sus seguidores que para que puedan ser verdaderamente sus discípulos, deben permanecer en su palabra (8:31). Si quieren evitar el mismo error en el que los judíos cayeron, deben permanecer en su palabra. Juan 15 es la sección que habla más sobre permanecer, y para allá vamos. Pero por ahora solo notemos que en este capítulo también Jesús declara que sus discípulos deben permanecer en sus palabras.

Permaneciendo en la Trinidad

La obra de Juan está llena de alusiones a la Trinidad. La palabra permanecer es muy importante para nuestro entendimiento de la Trinidad. La primera vez que la palabra permanecer se encuentra en este evangelio es después de que Jesús es bautizado y el Espíritu Santo desciende y permanece en él (1:32-33). Jesús no hace sus obras de sí mismo. Su ministerio no es independiente. Su ministerio es por medio del Espíritu Santo. El Espíritu, ademas de haber descendido sobre él, permaneció con él a lo largo de su ministerio terrenal.

Así como el Espíritu permanece en Jesús, Cristo también permanece en el Padre y el Padre en él, y todo lo que Jesús hace y dice viene del Padre (14:10).

Vemos una clara comunión entre las personas de la Trinidad. Todo lo que hacen es dependiente de la obra de las otras personas. Pero cuando llegamos al capítulo 15 de Juan es cuando la comunión entre los miembros de la Trinidad nos afecta de forma impresionante.

Permaneciendo en Cristo y una comunión con el Dios trino

Juan 15 es un pasaje rico en enseñanza, ánimo, exhortación, verdades teológicas etc. que demuestra la importancia y la necesidad de depender de Jesús. Separados de él no podemos producir fruto. La única forma de producir fruto es permaneciendo en él tal como una rama de una viña debe permanecer en la viña si quiere producir algo.

Una de las cosas más grandiosos de permanecer en Jesús es el resultado. El Espíritu permanece en Jesús, y Jesús permanece en el Padre, y cuando nosotros permanecemos en Jesús, al permanecer en su palabra, somos incluidos en la gloriosa y feliz comunión de la trinidad. El Espíritu habitará en los discípulos (14:17), y por medio de Jesús, los discípulos permanecerán con el Padre, y tal como Jesús hizo las obras de su Padre, los discípulos ahora tienen la capacidad y el poder para hacer las obras del Padre en el nombre de Jesús.

¿Estás listo para aceptar la invitación de Jesús, ven y verás dónde estoy permaneciendo?